La aplicación del Reglamento de Convivencia del Centro, a veces, ocasionaba problemas que no podíamos controlar y que suponían, para parte del alumnado una recompensa más que una medida punitiva o educativa cuando eran expulsados del centro.
En otras ocasiones era una medida correctora de una conducta, dando al alumnado más de lo mismo; véase el caso de la expulsión debido a haber acumulado faltas injustificadas.
La CCP junto con la Comisión de Convivencia consideraron necesario gestionar otro tipo de medidas, en la intención de que pudieran ser más educativas y a la vez más beneficiosas para el entorno social en el cual se desenvuelve nuestro alumnado.
Es por ello que tras las conversaciones y gestiones mantenidas con el Ayuntamiento de Lodosa y personal del Servicio Social de Base, se pone en marcha una nueva experiencia, para este curso escolar, que iremos valorando y veremos si puede extenderse en años venideros.
En próximas entradas informaremos más detalladamente sobre la misma.
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